El deporte no solo es un asunto de salud, también
es una herramienta efectiva en la educación de los niños, pues a través
de él se fomentan valores y habilidades de manera sana y divertida.
Practicar alguna disciplina física o hacer ejercicio desde edades tempranas sirve, según la psicóloga infantil Annie de Acevedo, no solo para “activar todas las funciones cerebrales que son indispensables para su desarrollo cognitivo general”, sino que “les enseña una serie de habilidades y conocimientos que les serán de gran ayuda durante toda su vida”.
Practicar alguna disciplina física o hacer ejercicio desde edades tempranas sirve, según la psicóloga infantil Annie de Acevedo, no solo para “activar todas las funciones cerebrales que son indispensables para su desarrollo cognitivo general”, sino que “les enseña una serie de habilidades y conocimientos que les serán de gran ayuda durante toda su vida”.
Los expertos parecen coincidir en que jugar fútbol, baloncesto, tenis, béisbol o, en general, tener una actividad física, se convierte en un agente formativo.
“El deporte es una herramienta para la formación, desarrollo y
mejoramiento de las capacidades físicas de una persona y para el manejo
adecuado de sí mismo en su entorno, permitiendo la interacción de los
aspectos sociales, emocionales y físicos del bienestar humano”, dice
Rodrigo Sandoval, coordinador de deportes de la Universidad de los
Andes.
Por su parte, José Alfonso Martín, decano de la
facultad de educación física de la Universidad Pedagógica, considera que
si bien los procesos educativos se pueden ver beneficiados por el
deporte, estos resultados no son automáticos y dependen del compromiso
de cada persona y del entorno en que estas se desenvuelven.
“Cada estudiante es responsable de una buena parte
de su formación y cuando se trata de los más pequeños, esta
responsabilidad también recae en los adultos que están a cargo”, asegura
Martín, para quien la enseñanza del deporte puede servir para generar
capacidades de autoconocimiento, disciplina, honestidad, tolerancia,
solidaridad, respeto, humildad, trabajo en equipo, paz y convivencia.
Aquí algunas razones por las cuales es importante
incluir el deporte en la educación, según expertos en enseñanza
deportiva y psicología.
1. Promueve el desarrollo e integración social
La práctica deportiva encierra, en su esencia, el
juego en todas sus manifestaciones como un medio inmejorable de
interacción con los demás, logrando niveles de integración que casi
ninguna otra actividad puede alcanzar, con todo lo que ello implica en
la construcción del individuo como ser social. En el juego no hay
colores, razas, credos o estratos y, por lo general, a los estudiantes
deportistas se les inculca el respeto por las diferencias entre las
personas.
2. Genera sentido de pertenencia
Estar en un equipo deportivo crea un sentido de pertenencia y por lo tanto de identidad y fuerza entre los jóvenes en formación.
3. Forma en valores y virtudes
El deporte es una herramienta apropiada para
enseñar a todos, pero sobre todo a los más jóvenes, valores y virtudes
como justicia, lealtad, superación, convivencia, respeto, compañerismo,
trabajo en equipo, disciplina, responsabilidad y tolerancia.
4. Ayuda a la convivencia
Normalmente el deporte obliga a los pequeños a
trabajar en equipo, a colaborar con otros y a aprender que la fuerza
está en la unión de muchos.
5. Estimula el cerebro
El cerebro de los niños, en especial, necesita
moverse para aprender. Es más, el cerebro aprende y recuerda más cuando
está en movimiento. Además, el ejercicio físico regula la segregación de
tres neurotransmisores asociados a una buena salud mental. Estas
sustancias son la dopamina, la serotonina y norepinefrina. Hacer
ejercicio estimula la memoria y las funciones ejecutivas del lóbulo
frontal, por lo que los niños que lo hacen con regularidad identifican
más rápido los estímulos visuales y se concentran más que los
niños pasivos.
niños pasivos.
6. Eleva la autoestima
Los niños que practican un deporte o hacen un
ejercicio físico suelen tener más alta la autoestima, sufren menos
depresión y ansiedad. También les permite hacer catarsis, pues al
pegarle, por ejemplo, a una pelota se liberan rabias y frustraciones
reprimidas, y esto es sano.
7. Forja la disciplina
Practicar deportes de manera regular estimula la
disciplina en general: los jóvenes deportistas son más organizados,
estructurados y menos propensos a caer en malos hábitos. Puede
convertirse en factor de desarrollo personal. El deporte puede ser –y de
hecho así es– un factor de desarrollo de la persona al convertirse en
un estilo de vida que conduce al individuo a hacer de esta práctica su
vocación y profesión, e incluso una oportunidad para abandonar ciertas
realidades personales o sociales.
8. Reduce el estrés
La actividad física y deportiva es una terapia no
farmacológica efectiva para reducir el estrés, los trastornos del sueño,
depresión, ansiedad y otras alteraciones que surgen a lo largo de la
vida. El deporte está relacionado con el bienestar psicológico y reduce
los riesgos de sufrir algunos problemas de salud, tanto físicos como
mentales, tales como los estados de tensión y ansiedad. Además posee un
efecto ansiolítico que mejora los estados de irritabilidad y
agresividad.